Artículo: De Perros y Chacales

Quería poner esto antes de ayer, pero el tiempo me fue perramente esquivo.

Luego de ver cómo más de un noticiero local le dedicó abundantes minutos a su transmisión dominical al llamado "perreo chacalonero" no pude evitar escribir acerca de este ritmo tan frenético como enfermo, que se ha convertido en la delicia de un "pueblo" al que, afortunadamente, no pertenezco.

Debo inicialmente decir que como la mayoría de las cosas en este mundo, algo que recién sale a la luz yo ya lo conocía hace meses, de hecho, yo me topé con el "perreo chacalonero" allá por Mayo de este año gracias a mi amigo chileno Gato (más conocido como Kaiser Kai, el recordado "Gordito Peinado a la Cacheta"), destaco que me enteré por medio de un chileno, sólo para hacer notar que eventualmente ellos están más informados de las cosas que suceden en este país mucho antes que sus propios habitantes (o sea nosotros).

El buen Gato, conocedor de mi forma de ser aristocrática, de mi desprecio a las manifestaciones emergentes de (in)cultura y de mi intolerancia creciente me envió un link al video con objetivo de burlarse de mi, y de hecho lo logró... sin embargo, no me quedé con la espina y me puse a investigar acerca de este nefasto baile.

Los meses pasaban y no había mayor mención del tema así que pensé que había quedado en una cosa "de conos" y que no avanzaría más, el problema es que el domingo pasado en los noticieros lo trajeron a la luz de una forma similar a cuando anunciaron el nacimiento del perreo y el boom del reggaetón (maldita sea esa transmisión, porque a partir de ese momento se disparó en una espiral ascendiente hacia la nada); ellos, en calidad de primicia, colocaron fragmentos del video que Gato me había mandado meses atrás y se pusieron a comentar al respecto, su punto de vista referente a este baile era negativo (como lo fue hacia el reggaetón en el reportaje antes mencionado) lo cual no significa nada, ya que igual le hacen publicidad.

Ante esto, la gente debe estar preguntándose "¿Qué nieves es el perreo chacalonero?", pues bien, es un movimiento repetitivo (porque esa porquería no es un baile) que consiste en que el macho se aparea con la hembra con ropa puesta, sin embargo la cantidad de ropa que traen se va reduciendo conforme la euforia de la canción avanza, todo al son de letras tan iluminadas como "sácale conejo, hasta que rompa el hueso, glo, glo, glogloglo" o algo así (me disculparán si la traducción está mal hecha pero yo no hablo "ignorante").

Evidentemente estoy conmocionado, mocosos, jóvenes, futuras prostitutas y futuros violadores dando rienda suelta a sus impulsos más desquiciados, meneando sus cuerpos como animales en celo mientras que una multitud efervescente de borrachos, desempleados y borrachos desempleados corean vivas ante tan denigrante espectáculo y se acercan a los que bailan al borde del escenario intentando "ganarse alguito".

No entiendo a la raza humana, particularmente he perdido la fe sobre los habitantes de este país, siempre encuentran una forma de estar peor, siempre rebasan un límite más; desde que tengo "conciencia musical" he visto engendros de todo tipo sucederse sin dar descanso a aquellos que todavía tenemos algo de cordura, mi primer rival fueron los grupetes de niñatos que con voces afeminadas hacían las delicias de las mujeres, Salserín, Salsa Kids, Servando y Florentino, estos infames luego darían pase a la Technocumbia, a las Bella Bella, a Rossy War, a Euforia, a los Escándalo, a Tornado, a Huracán, y a cuanto desastre natural quería hacerse de unos billetes fáciles, luego evolucionaron al Axe, con Porto Seguro, Exporto Brasil, Axe Bahía, y mil copias más (aunque este último género lo encontré más tolerable que los anteriores), posteriormente y no hace mucho dejarían paso al Reggaetón, encabezado por Daddy Yankee, pasando por Don Omar, Tego Calderón y hasta reggaetoneros locales como McFrancia.... en resumen, todo un desfile de imbéciles que se aprovechan de otros, aún más imbéciles (y ni quiero imaginar que es lo que se viene).

El reggaetón fue el punto más bajo, y ya se estaba demorando demasiado en morir, DEMASIADO, y peor aún, no sólo no murió sino que descendió otro escalón de la mano de los antiguos jóvenes provincianos que se levantan muy temprano para ir con sus hermanos a trabajar, ayayayayyy, y que parece se aburrieron de trabajar para sacar el perreo chacalonero; ¿cuál es el objetivo de esto?, ¿cuál es el fondo de este baile orgiástico?, sólo le encuentro un objetivo lujurioso que es tener sexo fácil, pero aún así no tiene sentido, porque si lo que quieren es tener relaciones sexuales podrían irse a un hotel a reproducirse cuanto les de la gana (de manera que cinco años después podría reírme de sus miserables familias de 7 hijos donde no tienen dinero y nadie tiene trabajo producto de su irresponsabilidad pasada)... me esfuerzo, me retuerzo y me arranco el cabello mientras intento descifrar el motivo de su conducta, ¡¡¿por qué rayos lo hacen?!!, ¿será que aman sufrir?.

Me podrán tachar de intolerante, pues sí, soy intolerante, porque no me someto a la dictadura de las minorías, no soy tan idiota como para soportar lo insoportable sólo para parecer open minded, o caerle bien a un grupo de simios mal-evolucionados; yo les hablo claro, lo que hacen estas personas me parece una mierda con todas sus letras (perdónenme la palabra), y no puedo hacer más que reprocharlas y mostrarles mi desprecio.

Tengo preocupación, mucha preocupación, cuando el reggaetón empezó yo pensé que se iba a quedar en los locales de mala muerte en que fue traído a este país, pero se expandió, se expandió como virus, y ahora tengo que enfrentarme a él todos los días cuando voy a la universidad, tengo que aguantarme ver como gente supuestamente culta lo baila, tengo que aguantarme ver "perrear" a las gringuitas (que por gringuitas no son menos brutas), no quiero que esto pase con el perreo chacalonero, ustedes pensarán que exagero, que estoy loco, talvez verán el perreo chacalonero como una expresión normal de sexualidad adolescente, como una manifestación de la cultura emergente del país, como una reivindicación de la autenticidad nacional, talvez incluso me verán a mi como un fascista o un amargado (en esto último pueden tener razón) pero por favor, no dejen que esto se expanda, nulifíquenlo, no dejen que crezca poco a poco (como en el cuento del sapo y el agua tibia, otro día lo contaré)... ¡¡Hagan algo!!, la gente siempre se queja de que las cosas están "jodidas" pero nunca hace nada para desjoderse, creen conciencia, apliquen censura, inviertan dinero, pongan rejas, pongan a esta gente en cuarentena, que se yo... ¡¡hagan algo!!... ¿es que soy el último joven con valores en este planeta? (y eso a pesar de que los valores y yo no somos los mejores amigos)... espero por mi bien, y por el bien de mis descendientes que no sea así.

Si con eso no les basta les diré que esto va más allá de ser una cuestión de moral, esto tiene que ver también con la (maldita) "generalización" del concepto que se tiene de los peruanos en el extranjero, por ejemplo... ¿no están hartos de que les pregunten siempre cuál fue la última pollada a la que fueron?, ¿es que ahora quieren que les pregunten las últimas técnicas de baile del perreo chacalonero?, o ¿dónde se pueden encontrar mujeres que bailen eso gratis?, conozco una historia de un sujeto peruano que fue a pedir trabajo al extranjero en un puesto de contador, y no lo contrataron por temor a que se gaste la plata en polladas...

A estas alturas, ya se habrán dado cuenta de que estoy escandalizado (y tengo motivos para estarlo) a varios niveles, la gente podrá decir "no es tu vida, que te importa", pero claro que me importa, me importa porque me afecta (lógico), porque lo último que quiero ver en un noticiero dominical es a una manada de bestias restregando sus ladillosos genitales entre si, porque lo último que quiero que un extranjero me pregunte es si sé bailar el perreo chacalonero, porque lo último que quiero es que vean a mis amigas y eventuales hijas como instrumentos sexuales, porque lo último que quiero es que piensen que eso es "la cosa normal", porque estoy enfermo de la ignorancia, vulgaridad y promiscuidad de las criaturas que habitan este país olvidado del mundo en el que me tocó nacer.

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