¡Qué día para ocupado!, hasta parecía uno de los días clásicos en mi vida pre-pandemia. Sin duda extrañaba la continua ocupación, la vida sin tregua, el constante estar, no estar y volver; la diligencia, la expedición, el orden del caos y el caos del orden; cómo extrañaba distribuir el tiempo en quehaceres; muchos, numerosos, justo como los de hoy.
¿Y qué hice hoy?, pues lo siguiente:
Afeitarme en la madrugada mientras me mentalizaba y entraba en personaje.
Despertar temprano luego de dormir tres horas y dejar grabado un saludo para un taller destacando la necesidad del arte en la vida. ¡A crear se aprende creando!
Prepararme de forma impecable para emprender un viaje a un distrito lejano a fin de hacer algunas grabaciones que han quedado épicas.
Reclutar a un nuevo y prometedor miembro para el Imperio de MaTT, cuyo ánimo, talento y bonhomía resultan prometedores.
Reencontrarme con una vieja amiga y aliada, ponernos al corriente y conspirar como sabemos hacer.
Retornar a toda velocidad para un rápido y delicioso almuerzo en una escena caricaturesca casi calcada de una serie de televisión en agradable compañía; concluida en artístico fotograma.
Pausa para el almuerzo.
Acudir a una inhóspita zona de riesgo, con potencial emboscada, para recoger algún mitológico elemento griego; surcar calles pobladas de peligros insospechados y derribar la silla de un grupo de borrachos urbanos desconocidos que, por suerte, no fueron violentos.
Encontrar elementos constructibles inesperados a un precio irresistible, añadirlos a la lista de posesiones.
Charlar con viejos amigos, y coordinar con amigos viejos planes a futuro, conocer providencialmente nuevos socios potenciales, maquinar un gran estreno, un gran retorno y muchas actividades alrededor.
Retomar el contacto con un contrastante amigo de la universidad, interesado en hacer proyectos en conjunto, y tener una charla reminiscente de épocas de mayor inocencia.
Atravesar todo Lima, de cabo a rabo, surcando marchas democrácticas, marchas rojas y marchas gays, enfrentando el tráfico durante más de 2 horas, entrenando masoterapia por momentos.
Encontrar un grifo, con cajero electrónico, al medio de la nada; y proceder a realizar la honesta extracción con aspecto mafioso.
Recibir por whatsapp fotos de Mamá MaTT en épica y patriótica gesta.
Pagar 75 soles de taxi sabiendo que valió la pena cada centavo.
Escribir la lista de cosas que hice para inspirar a todo el que me lea a HACER, ACTUAR, SEGUIR, NO PARAR.
O sea, #ClassicMaTT, ¡Cómo extrañaba esta vida!
MaTT
No hay comentarios.:
Publicar un comentario