sábado, marzo 05, 2005

El Dinero y la Felicidad

Ayer me sentía pobre, por esas ironías de la vida, me sentía pobre teniendo un PC, un DVD, un TV, y cuantas más cosas en mi habitación.

Sin embargo me sentía pobre, talvez porque era infeliz, talvez porque mi lectora de DVD se echó a perder, talvez porque es fácil mezclar las palabras alegría y tristeza con las vanalidades materiales que a veces nos atacan sin que nos demos cuenta que tenemos mucho más de lo que merecemos.

Ayer hablé de necesitar 100 dólares, se mezclan muchas veces los milagros con el dinero, el amor con el dinero, todos los sentimientos se confunden con el dinero; el hombre tiene a ensuciar las palabras sublimes con el sucio y frío dinero; que ironía que un joven capitalista como yo se exprese así, es extraño.

Hoy por alguna mágica razón, amanecí con el doble de dinero que tenía ayer (dinero que por cierto, me apena decir no gané con mis propias manos ya dependo aún de mi madre, aunque no me guste ser dependiente), y debo confesar ante el mundo acusador, fizgón, inquisidor, que me alegré, me alegré mucho porque tenía dinero, y reflexioné en lo mucho que tengo y lo poco que hago por tenerlo, realmente tengo suerte.

Se dice que el dinero no hace la felicidad; pero hoy conmigo la simuló muy bien.

Soy humano aún, lamento mi inmadurez...

MaTT

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