domingo, mayo 18, 2008

Artículo: Arresto Domiciliario

¡Qué Rico!

Este fin de semana largo que por designio internacional viví, se encuentra sin duda entre los mejores que he tenido, ¿por qué?.

Porque he disfrutado de la paz constante y el regocijo ilimitado de no tener que hacer nada, excepto lo que a mí me de la gana; me he desligado del mundo por completo y sólo lo he recordado cuando he sentido curiosidad de ver como se ven todos allí abajo sin mí.

En estos deliciosos cuatro días he descansado como no tienen idea y pude reducir mi espacio vital a las paredes que limitan mi cuarto, más aún, a mi mullida cama (con las respectivas pausas para ir al baño y talvez uno que otro almuerzo); y es que no hay placer más grande que aprovechar el derecho legítimo del ser humano a hacer su voluntad, lo que yo he vivido ha sido el éxtasis continuado comparable a ingresar a un estado de sempiterna paz mediante meditación, el éxtasis obtenido de saberme sin responsabilidad alguna, de tener la conciencia tranquila y ninguna actividad pendiente que perturbe mi descanso.

Es una de las experiencias más gratificantes que haya experimentado; ¿salga a pasear?, ridículo, en mi cama estoy comodísimo; ¿vaya de viaje?, a toparme con el problema de las carreteras, asientos incómodos, gente desagradable (que nunca falta), ¡Ni hablar!; ¿salga a comer?, pero si he disfrutado de todo lo que he querido en mi bella cama gracias a la ubicuidad de los enlatados y a la magia del delivery; ¿conéctese con la gente?, he tenido mi dosis de "sociedad" cuando he querido, ya sea por la televisión dónde se encuentran a una distancia prudencial como para observarlos sin estar a su lado, o por Internet, dónde decido a quién quiero contactar y a quién quiero ignorar con un pequeño click.

Y es que si yo no pudiera volver a salir de mi cuarto probablemente sería feliz (claro, si es que cuento con comida del exterior y todo aquello que necesite); porque el peso del arresto, he descubierto, no está necesariamente en el espacio limitado al que uno queda reducido sino en su lejanía de la sociedad y por eso el arresto domiciliario en un ambiente pequeño pero con todos los electrodomésticos creados por el hombre y una rápida conexión a internet, más que un castigo, es una invitación forzada a una vacación deliciosa e incomparablemente pacífica.

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MaTT

4 comentarios:

Jocho dijo...

necesito una laptop :S

MaTT dijo...

Yo no tengo eh...

MaTT

Anónimo dijo...

hahahha
we siempre
con tus istorias
raras
hahahaha
ta wena weee
seraa
t cuidas we
te adoro bro

MaTT dijo...

Gracias Cucs, y que bueno que volviste.

MaTT