Este fin de semana largo que por designio internacional viví, se encuentra sin duda entre los mejores que he tenido, ¿por qué?.
Porque he disfrutado de la paz constante y el regocijo ilimitado de no tener que hacer nada, excepto lo que a mí me de la gana; me he desligado del mundo por completo y sólo lo he recordado cuando he sentido curiosidad de ver como se ven todos allí abajo sin mí.
En estos deliciosos cuatro días he descansado como no tienen idea y pude reducir mi espacio vital a las paredes que limitan mi cuarto, más aún, a mi mullida cama (con las respectivas pausas para ir al baño y talvez uno que otro almuerzo); y es que no hay placer más grande que aprovechar el derecho legítimo del ser humano a hacer su voluntad, lo que yo he vivido ha sido el éxtasis continuado comparable a ingresar a un estado de sempiterna paz mediante meditación, el éxtasis obtenido de saberme sin responsabilidad alguna, de tener la conciencia tranquila y ninguna actividad pendiente que perturbe mi descanso.
Es una de las experiencias más gratificantes que haya experimentado; ¿salga a pasear?, ridículo, en mi cama estoy comodísimo; ¿vaya de viaje?, a toparme con el problema de las carreteras, asientos incómodos, gente desagradable (que nunca falta), ¡Ni hablar!; ¿salga a comer?, pero si he disfrutado de todo lo que he querido en mi bella cama gracias a la ubicuidad de los enlatados y a la magia del delivery; ¿conéctese con la gente?, he tenido mi dosis de "sociedad" cuando he querido, ya sea por la televisión dónde se encuentran a una distancia prudencial como para observarlos sin estar a su lado, o por Internet, dónde decido a quién quiero contactar y a quién quiero ignorar con un pequeño click.
Y es que si yo no pudiera volver a salir de mi cuarto probablemente sería feliz (claro, si es que cuento con comida del exterior y todo aquello que necesite); porque el peso del arresto, he descubierto, no está necesariamente en el espacio limitado al que uno queda reducido sino en su lejanía de la sociedad y por eso el arresto domiciliario en un ambiente pequeño pero con todos los electrodomésticos creados por el hombre y una rápida conexión a internet, más que un castigo, es una invitación forzada a una vacación deliciosa e incomparablemente pacífica.
Tags: arresto, domiciliario, MaTT
MaTT
4 comentarios:
necesito una laptop :S
Yo no tengo eh...
MaTT
hahahha
we siempre
con tus istorias
raras
hahahaha
ta wena weee
seraa
t cuidas we
te adoro bro
Gracias Cucs, y que bueno que volviste.
MaTT
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