Hoy iba tranquilamente en bus hacia el lugar donde yo tomo el otro bus (el de la universidad, que me deja en mi trabajo), iba pensando en todas las ideas para posts en este blog, la combi estaba pasando en ese momento por el ICPNA (nuevamente en el cruce de Angamos con Arequipa aunque no podría precisarlo, porque como les dije, estaba muy distraído).
De súbito levanto la mirada y un taxi blanco avanzando a regular velocidad colisiona con una chica quizás proveniente del mencionado instituto, en el bus yo contuve la respiración, y en el momento del choque me sobresalté y dejé escapar un "¡Uy!" de preocupación (lo que me sorprendió porque no suelo soltar frases involuntariamente, por más monosílabos que sean).
Es obvio quién llevó la peor parte en el accidente; la chica se elevó violentamente y dio un giro en el aire, su cartera, uno de sus zapatos y sus lentes volaron por la avenida; el taxi avanzó un poco y se estacionó a la derecha, pasó un minuto que parecía eterno y la chica se levantó y caminó hacia la ciclovía donde se arrodilló tocándose el estómago, su rostro reflejaba mucho dolor, parecía que iba a llorar pero nunca llegó a hacerlo, al lado contrario el taxi estaba estacionado y el conductor (un joven gordito) lucía confuso; el cobrador del bus donde yo estaba le gritó "levántala, llévala a la clínica", mientras los curiosos (quizás los mismos de ayer) empezaron a aparecer, mi bus siguió su camino y yo estaba realmente impactado.
Cuando llegué a donde tenía que bajar caminé hacia la universidad, pasé por una vitrina donde noté que tenía "los pelos parados" por el susto, pero al instante recordé que siempre tengo el mismo peinado (jojo).
Fue el segundo accidente hombre-auto que vi en mi vida (la mayoría de los que he visto han sido choques auto-auto) y fue el que más me impactó, el otro fue cuando era niño, cuando un policía salió volando como si fuese un misil a través de la ventana de su carro... pero ni eso me impactó tanto, creo que el hecho de ver la fragilidad de la chica ante un choque aparentemente leve, el haberla visto salir volando y girar en el aire como si fuera un títere fue demasiado impresionante, hasta ahora siento una especie de vacío en el estómago, no quisiera ver un espectáculo así otra vez.
Aparentemente el cruce de las avenidas Angamos y Arequipa está "salado" estos días, cuidado al salir.
MaTT: Siempre presente en el momento estropicio.
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