Cuando, al enterarse que hago teatro, me han preguntado si soy actor siempre he respondido que no lo soy; que sólo soy un "ingeniero muy metiche"; en parte porque es verdad, y en gran medida porque respeto inmensamente tanto la carrera actoral como a quienes la ejercen con todos los estudios y credenciales necesarias.
No obstante; con el aval de mis últimos directores; con el generoso aplauso del público; y, quiero creer, con la anuencia de mis compañeros de escenarios; esto ha cambiado, y me siento orgulloso de proclamar por todo lo alto que SOY ACTOR.
Ahora lo siento completamente, soy actor. No hay marcha atrás. Me lo gané, a pulso, me gané el derecho a gritarlo, a proclamarlo, a añadirlo en mi presentación, "Hola, soy The ONE MaTT y soy actor". Nadie me lo regaló, lo conseguí a punta de trabajo, de sangre, sudor, lágrimas, a punta de pasión, de terquedad, de intensidad.
Como todo en mi vida, "hustle" hasta que lo consigues; hasta el final, puede haber honor en la derrota y en el fracaso pero jamás en la rendición. Jamás claudicar, jamás quedarse con la mediocre resignación del "no" por respuesta porque es lo "que debe ser"; jamás rendirse a la moderación cobarde disfrazada de "corrección"; jamás creerle a las falacias actuales de catalogar la pasión como "desequilibrio", la perseverancia como "obsesión" y el amor como "toxicidad"; jamás obedecer a la mayoría pusilánime que disfraza sus ataduras de buenas intenciones cuando estás seguro de que la razón está de tu lado. En resumen, aferrarte con integridad e intensidad a aquello que amas con uñas y dientes.
Y luego de 12 años de estrenar mi primera obra; con varias presentaciones encima; habiendo cobrado más de una vez por algo que haría gratis eternamente; y habiendo pisado más escenarios de los que jamás esperé, producto de numerosas y azarosas circunstancias; puedo decirlo a voz en cuello: SOY ACTOR. Quizás no de forma académica, pero con horas de vuelo; sin cartón pero con pasión; sin título pero con coraje; sin estudios pero con maña; llorando, arrastrándome, mi sueño improbable de toda la vida se hizo realidad, me la jugué, aposté todo, y me lo gané, y nada, ni nadie me lo podrá arrebatar jamás.
SOY ACTOR.
Por supuesto, puedes no estar de acuerdo conmigo, pero como es usual, el equivocado eres tú. Si aún así pretendes discutírmelo, ven y debátemelo en el escenario, sacando un papel en sólo unas horas, esperando respuestas que nunca llegan, con todo incendiándose a tu alrededor y luego de 4 días sin dormir.